La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica que se manifiesta con pápulas (un sólido o quístico punto planteado en la piel) y placas eritematosas (enrojecimiento e inflamación) cubiertas por una descamación de color plata que pueden presentarse en el cuero cabelludo, superficies extensoras de los codos y rodillas, sacro, glúteos (con frecuencia el pliegue glúteo), genitales, aunque también pueden surgir en uñas, cejas, axilas, ombligo y región perianal.
Existe una gran variación en su duración, severidad y morfología. Afecta aproximadamente entre el 1 a 5% de la población mundial; suele aparecer entre los 16 y 22 años o entre los 57 y 60 años.
Para desarrollarla, existe una predisposición genética compleja que influye en el patrón de psoriasis, severidad y edad de inicio. Si los padres la tienen, los hijos presentan un riesgo de 50% de padecerla; mientras que, para los familiares de primer grado de un caso aislado, el riesgo es menor de 10%. De igual manera, existen otros factores desencadenantes, como las infecciones (particularmente por streptococcus), el frío, el estrés emocional, los traumatismos cutáneos repetidos, ciertos fármacos (cloroquina y corticoides sistémicos), el consumo de alcohol y tabaco, la infección por VIH y quemaduras solares.
La inmunidad celular también juega un papel importante, pues la enfermedad involucra a la estimulación inmunitaria de los queratinocitos epidérmicos (las células que forman la mayor parte de la epidermis). Asimismo, se considera de primordial importancia la participación de las células T, las cuales forman parte del sistema inmunológico.
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Existen diversos subtipos de este padecimiento, el más común es la psoriasis en placas (psoriasis vulgar o psoriasis crónica en placas), la cual representa alrededor del 90% de los casos. En ella, las lesiones son aisladas, en forma de pápulas o placas eritematosas cubiertas por escamas gruesas, brillantes, de color plateado. Las lesiones aparecen gradualmente y recurren de manera espontánea. Entre el 5 y 30% de los pacientes desarrolla artritis, que puede llegar a ser incapacitante.
El diagnóstico se obtiene mediante la evaluación clínica, aunque también puede ser necesaria una biopsia. El tratamiento comprende tratamientos tópicos, terapia con luz ultravioleta (UV), inmunosupresores y, en casos graves, se recurre a tratamientos sistémicos.
Cada 29 de octubre, desde el año 2004, se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, con la finalidad de concientizar e informar sobre esta enfermedad para eliminar los estigmas que surgen hacia las personas que la padecen. En este contexto, es importante recordar que no se trata de una enfermedad contagiosa ni que se presenta por una mala higiene. En la actualidad, cerca de 50 países participan en esta concientización.
RGP
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