Convencidos de que la efectividad de los medicamentos depende de su buena calidad, accesibilidad y uso adecuado, Pfizer impulsó el Foro %u201CLa Reglamentación de Antibióticos en México%u201D, como un espacio para analizar los efectos positivos de reglamentar y promover el uso apropiado de estos medicamentos en nuestro país.
Aunque el estudio realizado por la encuestadora Parametría detectó el mal uso y el abuso de los antibióticos en México, más de la mitad de la población aprueba la próxima exigencia de receta para acceder a los antibióticos que entrará en vigor el próximo 25 de este mes, explicó Francisco Abundis director general de Parametría.
%u201CEl 51 por ciento de los encuestados ha incumplido alguna vez con su tratamiento, al 65 por ciento le han suministrado antibióticos sin receta, pero hay luz en el camino porque la postura favorable a la exigencia por la mayoría se sustenta en el reconocimiento de los ciudadanos sobre los posibles riesgos a la salud y la afectación social que representa el aumento de la resistencia%u201D, comentó Abundis.
Desde la década de los 80, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que el uso racional de medicamentos sea integrado en las políticas nacionales de salud. El pasado mayo, en México se anunció el acuerdo que determina los lineamientos a los que estará sujeta la venta y la dispensación de antibióticos en nuestro país, la cual entrará en vigor el próximo 25 de agosto.
%u201CPara que la medida cuente en la práctica con el apoyo de la población y los profesionales de la salud, es importante reforzar la idea de que los antibióticos ya no son más balas mágicas -como les llamó en la década del 20 Paul Ehrlich -porque como un misil podía destruir al enemigo sin causar daños a las células sanas del cuerpo. Tras ocho décadas de mal empleo y excesos, han surgido las resistencias cuyo control más eficaz se logrará con prácticas de uso responsable de los antibióticos%u201D, comentó Abundis.
%u201CEl uso inapropiado de medicamentos tiene importantes consecuencias adversas tanto para la salud de los individuos como para la economía de las familias y de los servicios de salud. El ordenamiento para antibióticos da solución a estos problemas, pero también nos presenta un nuevo reto: educar a farmacias, médicos y pacientes para entender y respetar la nueva reglamentación%u201D, comentó Roberto Sada, gerente de Comunicaciones y Relaciones Públicas.
En este foro también participaron los infectólogos Alfredo Ponce de León y Cesar Rivera, así como Francisco Abundis, director general de la encuestadora Parametría. Desde el enfoque médico y sociológico, los especialistas coincidieron en la importancia de modificar los hábitos de conducta para erradicar la cultura de la automedicación y fomentar la visita al médico.
%u201CLa reglamentación de antibióticos era fundamental para contener los índices de resistencia bacteriana que se derivan del uso inadecuado de estos medicamentos. Las bacterias llegan a resistir la acción de los antibióticos, a tal grado, que cada vez se hacen necesarios tratamientos más caros para evitar que aumente la mortalidad por enfermedades infecciosas%u201D, explicó Carlos Moreno, Director de Productos Establecidos de Pfizer México.
En su estudio %u201CUso de antibióticos en México: revisión de problemas y políticas%u201D, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) cita al monitor de venta de medicamentos al menudeo del International Marketing System-Health, realizado en el 2005, que ubica a los antibióticos entre los medicamentos que más se venden y se consumen en México: representan un mercado anual de 960 millones de dólares y son el segundo lugar en ventas anuales (14.3 por ciento) en farmacias privadas en el país, una proporción mayor cuando se compara con otros países desarrollados o con mercados farmacéuticos grandes, como son Estados Unidos, Argentina y Brasil.
De acuerdo con la publicación del INSP, realizada por los investigadores Anahí Dreser, Veronika Wirtz, Kitty Corbett y Gabriela Echániz, se estima que la prescripción inadecuada de antibióticos representa un costo adicional por paciente de 3.57 dólares para infecciones respiratorias agudas y 8.37 dólares para infecciones gastrointestinales. En 2005, investigadores del IMSS estimaron que la mayor parte (38%) de las reacciones adversas a medicamentos reportadas en esa institución se debieron a medicamentos anti-infecciosos particularmente antibióticos.
Como especialistas en el desarrollo de antibióticos y poseedor de uno de los portafolios más sólidos de este tipo de medicamentos, Pfizer México mantiene su compromiso por difundir la importancia de acudir a consulta médica ante cualquier cuadro infeccioso, además de insistir en el apego al tratamiento para garantizar la efectividad del medicamento, evitar recaídas y reducir, en lo posible, el desarrollo de resistencia.
