Oncología.mx .- El consumo de tabaco influye en la salud bucodental de las personas, impactando negativamente al resultado de casi todos los procedimientos terapéuticos realizados en la cavidad oral. Por ejemplo, la recuperación de una persona fumadora que tiene una intervención oral es más lenta; es mucho más probable que sufra patologías bucales como gingivitis o sangrado de encías o incluso son más propensos a la aparición de caries. Aunado a ello, se pueden presentar afectaciones estéticas como manchas en los dientes.
De acuerdo con la odontóloga Manuela Escorial de la Dirección de Sanitas Dental “la consecuencia más grave del tabaco en nuestra boca, sin duda, es el cáncer oral”.
La tasa de mortalidad de este tipo de cáncer a los cinco años del diagnóstico es del 50%, sin embargo, este porcentaje se puede reducir al tener un diagnóstico precoz.
La boca tiene el primer contacto con nuestro cuerpo y es en nuestra lengua, labios y glándulas salivales se quedan componentes tóxicos del tabaco. De este modo, las lesiones que se pueden presentar en nuestra boca y que tienen mayor riesgo de complicarse son las leucoplasias, es decir, placas blanquecinas que no pueden desprenderse por raspado, esta presencia se atribuye principalmente al tabaco.
Entre el 75 y 90% de los casos de cáncer oral están vinculados con el tabaquismo.
Por otra parte, se estima que entre el 30 y el 40% de los casos de peridionititis crónica es atribuida al tabaco, esta enfermedad consiste en la inflamación de las encías normalmente por la placa acumulada que va asociada a una pérdida de hueso. La nicotina que contiene los cigarrillos disminuye el sangrado de las encías debido a su efecto de estrechamiento de los vasos sanguíneos, enmascarando así la patología y haciendo creer que al fumador que sus encías están sanas.
“Es recomendable que las personas fumadoras acudan al dentista habitualmente, ya que presentan un peor pronóstico ante problemas peridiontales y periimplantarios”, dijo la especialista.
